MINDFULNESS PARA LA VIDA COTIDIANA

“Atención consciente”. Esa es “mi” traducción interpretativa de lo que es Mindfulness. Me da pena que haya conceptos y prácticas que en realidad son muy fáciles de entender, y además muy útiles, pero que por alguna razón terminan por convertirse en rumores mitológicos, enigmas de piscología y en cuestiones esotéricas cuando no lo son para nada.

Cuando pasé por el episodio de burn out en febrero del 2016, que me sacó de circulación durante cuatro semanas, empecé a investigar cómo se “tratan” esas situaciones y encontré que había algo llamado “Mindfulness”, una herramienta útil en esos casos. No tenía ni idea de qué se trataba y no le hice mucho caso, pero continué topándome con ese término regularmente, así que decidí averiguar. Finalmente leyendo sobre Jon Kabat-Zinn, creador del programa de “Reducción de Estrés basado en Mindfulness (MBSR)” encontré que se utilizaba como una técnica para afrontar, estrés, dolor y enfermedades. Luego de indagar, encontré una buena opción para mí, el consultorio de una pareja de psicoterapeutas con especialización en mindfulness. Se trataba de un curso individual de MBSR de ocho semanas. Me inscribí con un poco de desconfianza porque aquello que tiene aires esotéricos me hace dudar por la dificultad que representa distinguir entre personas serias y charlatanes.

Hoy en día muchos estudios (1) han demostrado que las técnicas de mindfulness resultan de utilidad en una amplia base de problemas médicos y psicológicos y actualmente, mindfulness está siendo incluido en una gran variedad de terapias y programas de tratamiento (2) y a mí me consta de primera mano. Sumadas a las sesiones con mi psicóloga, durante ese periodo asistimos mi marido y yo a las ocho semanas de “curso de mindfulness”.  Recuerdo la primera sesión claramente: después de todas las formalidades, el instructor nos dio a mi y a Christian una pasa, una pequeña pasita y nos dijo que la comiésemos. Yo pensaba, esto es una estafa, que me devuelvan mi dinero.  Como de costumbre en todo lo que hacía yo en esa época, comí la pasa a toda velocidad y le pregunté al instructor, ya y ¿ahora qué? El con su modo tan “zen”, muy calmado me respondió ahora van a comer la pasa de verdad. Yo seguía pensando: este hombre ¡me está tonteando! y además el curso no era barato. Y allí sucedió, el instructor nos hizo comer la pasa de forma guiada (suena ridículo, pero es verdad) y nos tomó no sé cuánto tiempo comer una pasa. En los primeros minutos yo seguía con mi sospecha de que solo estaba haciéndonos perder el tiempo. Pero mientras comíamos la pasa de forma CONSCIENTE, él nos iba explicando la diferencia entre comer una pasa como lo hacemos normalmente y comer una pasa en formar consciente. ¡Y zas! Me hizo clic y empecé a prestar atención a todas sus enseñanzas. El curso incluía en esas ocho semanas, meditaciones, informaciones sobre como funciona nuestro cerebro y muchos ejercicios para acostumbrarnos a vivir de forma consciente.

Finalmente, de eso se trata el “Mindfulness”, de que hagamos lo que hagamos, lo hagamos de forma consciente. Un ejemplo simple: cuando te estás duchando, por lo general lo haces de forma automática, no prestas atención al agua cayendo sobre tu piel. Te duchas pensando en lo que te vas a poner, que no le diste de comer al perro, que la reunión de las 9 a.m. será complicada, etc. Cuando te estás vistiendo piensas que no has recogido tus blusas de la tintorería, que tienes que poner gasolina al auto y en mil cosas más.  Todos eso me recuerda una antigua canción de Julio Iglesias que decía: me olvidé de vivir.

Y me temo que eso nos pasa a muchos en nuestras culturas occidentales, se nos ha olvidado vivir porque estamos socializados para funcionar. Para funcionar como autómatas, en autopiloto. ¡Qué mal!  ¡Eso no es vivir!

La salud emocional y física se benefician cuando retomamos la costumbre de vivir de modo CONSCIENTE. Lo hacíamos de bebés, pero en cuanto entramos al engranaje social, empezando con los colegios, se nos enseña a funcionar. Luego del curso hice varios pequeños pero significativos cambios en mi vida cotidiana. Cuando iba en auto al trabajo, solo hacía eso, ya no tenía conferencias telefónicas del trabajo mientras conducía, ni siquiera ponía música. Solo iba disfrutando el paisaje, la dinámica del tráfico y la felicidad de conducir de modo consciente. Cuando me ducho intento no distraerme y sentir el agua resbalar por mi cuerpo, el perfume del champú. Cuando como, intento no apurar los bocados uno detrás de otro, sino masticar tranquilamente un bocado hasta el final y luego recién tomar otra vez los cubiertos para meterme el siguiente bocado a la boca. Parecen cambios insignificantes, pero no lo son. Nada más el hecho de comer así, lentamente y consciente de la masticación beneficia el proceso digestivo enormemente.

Si bien en el curso aprendimos varias formas de meditación, finalmente, de lo que se trata es de vivir de modo consciente, eso es lo que se quiere alcanzar con la meditación. Mi forma de “meditar” es mucho más práctica. No es sentarse a tratar de poner la mente en blanco, es sencillamente hacer lo que tenga que hacer, pero no de modo automático, sino consciente. Y estoy de acuerdo con las teorías que nos dicen que la mejor forma de hacerte consciente del momento es ser consciente de tu respiración. Yo me he acostumbrado a inspirar profundamente y expulsar luego todo el aire a todo pulmón, hasta con ruidito y a repetir esa respiración tres veces. El resultado es que aquello me regresa al aquí y al ahora, me devuelve a la consciencia del momento presente y de esa manera, me quita cualquier tipo de “estrés” que pueda estar incubando mi mente. Viviendo de modo consciente el momento presente nos ahorramos ansiedades y estrés de situaciones pasadas o futuras.

Mindfulness es tan “simple” como prestarle atención consciente y plena a todo lo que hagamos, en el momento en que lo hacemos.

P.S. Para quienes quieran algo de información acerca de los orígenes de la práctica de Mindfulness en Occidente, aquí les dejo el enlace: https://www.infobae.com/2015/10/22/1764286-la-historia-secreta-del-mindfulness-la-meditacion-acabar-el-estres/ y en este enlace encuentran una conferencia sobre el tema del mismo Jon Kabat-Zinn en la Universidad Complutense de Madrid en el 2016: https://www.youtube.com/watch?v=mmdqidh3-N4

Fuentes:

  1. Véanse revisiones exhaustivas en Arias, Steinberg, Banga y Trestman, 2006; Brown, Ryan y Creswell, 2007; Ferguson, 1981; Grossman, Niemann, Schmidt y Walach, 2004; Lazar, 2005; y un meta-análisis y una revisión más reciente en Chiesa y Serreti, 2009; ver también Baer, 2003; Brown y Ryan, 2003; Jha, Krompinger y Baime, 2007; Franco, Mañas, Cangas, Moreno y Gallego, 2009; Franco, Mañas, Cangas y Gallego, 2009; Mañas, Franco y Justo, 2009; Mañas, Luciano y Sánchez, 2008; Mañas, Sánchez y Luciano, 2008. Fuentes tomadas de: Mindfulness y psicología: Fundamentos y términos de la psicología budista, Israel Mañas Mañas , Clemente Franco Justo y Michèle Faisey
  2. Véase p. ej., Germer, 2005b; Germer, Sieguel y Fulton, 2005; Hayes, 2004a, 2004b; Hayes, Follete y Linehan, 2004; Mañas, 2007; Mañas, 2009b; Teasdale, Segal y Williams, 1995). Fuentes tomadas de: Mindfulness y psicología: Fundamentos y términos de la psicología budista, Israel Mañas Mañas, Clemente Franco Justo y Michèle Faisey

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